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Alegría Global Valle de Ricote: ¡¡CONCURSO DE CUENTOS!!

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JORNADA DE CUENTO EN CENTRO DE SALUD ANTONIO GARCÍA, MOLINA DE SEGURA

SÚPER HÉROES DE BARRIO

Un cuento para acercar la figura del SANITARIO a los niños.

Sin miedo a las "batas blancas" 

Juanchito se ha empeñado en acompañarme...

Pero al ver a tantos niños le ha dado un poco de vergüenza y se escondía para poder hablar conmigo y así yo poder transmitírselo a todos ellos.

¡QUE SORPRESA ME HAN DADO LOS NIÑOS Y NIÑAS DEL COLEGIO JOSÉ ALCOLEA LACAL DE ARCHENA!

                  Quiero compartir con vosotros algunas imágenes del día.

                      Trabajos y dibujos de alumnos de 1º y 2º de Primaria

Con la directora Toñi Fernández

Mañana Juanchito y Rodolfo visitarán Archena

Para celebrar el día del libro mañana iré al Colegio José Alcolea Lacal, en Archena, a contar a los alumnos de Infantil
y Primer Ciclo las aventuras de Juanchito, Rodolfo Batman y sus amigos. Es un placer poder llevar a los niños y niñas un poco de "imaginación empapelada"  e intentar transmitir el gusto por la lectura o la intención de escribir ellos mismos las historias que se inventan. La Imaginación, la capacidad de soñar, de dejarse llevar por un buen relato son valores por los que apostar mañana DIA DEL LIBRO y el resto de días del año.
A SOÑAR LECTORES

MESTIZO, EL PERRO QUE FUE LO QUE QUISO SER

Esta vez y a petición de mis hijos que son los motores de este entretenimiento mio que es la escritura, ha tocado escribirle un cuento a un compañero que permaneció con nosotros catorce años, algo prácticamente impensable en un perro del tamaño de Mestizo.

Era un Pastor Alemán, cruzado con Mastín, con alma de guardaespaldas, comepiedras por todo vicio, no le interesaban los zapatos olvidados en el jardín ni los juguetes de los niños, sólo las piedras. Parecía que nos hacía trucos de magia cuando, agarraba una de tamaño considerable con sus potentes fauces y la llevaba de un lado para otro de la boca, como los niños cuando no quieren tragar algo, hasta que al final con un giro inesperado, te quedabas sin saber si había logrado romperla y se la había tragado o se había deshecho de ella, en un descuido nuestro, en ese insignificante instante en el que, uno mira para otro lado. Mi Mestizo era así. Mi Mestizo que no era mío, más bien eramos nosotros los que le pertenecíamos...